viernes, 27 de enero de 2017

¿Qué pasa cuando nos quemamos?


La mayoría de las personas asocia las quemaduras con llamas, pero hay muchas otras causas. Desde el punto de vista médico, una quemadura es la destrucción de la función coaguladora de la piel, lo que significa que cualquier fuente de energía puede provocarla. Dicha energía daña las proteínas y las células grasas debajo de la piel y, en consecuencia, interrumpe su continuidad.

¿Qué pasa cuando nos quemamos?

Por lo regular, las quemaduras se clasifican según su profundidad. Las de primer grado (superficiales) ocasionan dolor y enrojecimiento de la piel, pero no dejan grandes ampollas. Como sólo se daña la epidermis, la regeneración es rápida. Las quemaduras de segundo grado (de profundidad parcial) pueden ser superficiales o profundas. Por lo regular, la piel produce ampollas que pueden ser muy dolorosas. La dermis se daña también, así que la regeneración es lenta, de varias semanas o incluso meses. En las quemaduras de tercer grado (de gran profundidad), la piel queda blanca o pálida y con poca o ninguna sensación (no suele arder). La capa basal se destruye, lo que impide el crecimiento de piel nueva.

Aún las quemaduras menores pueden acarrear problemas. Lo primero es detener el proceso de abrasión; en muchos casos, el agua fría es el mejor tratamiento inicial. Infección, deshidratación y pérdida de proteínas son las dificultades que se presentan después. Nuestra piel puede resolverlas si la lesión no es demasiado severa. De hecho, las quemaduras de primero y segundo grados pueden sanar por sí mismas. Las quemaduras de tercer grado, en cambio, no se curan; en estos casos es necesario injertar piel de otras partes del cuerpo.

Fuente: dingox.com

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