lunes, 18 de junio de 2018

No todos estamos capacitados para "elegir y ser elegidos"

"Está visto que el problema no radica en los gobernantes sino en los electores." Esto fue lo primero que se me vino a la cabeza al conocer los resultados de las elecciones presidenciales de 2018 en Colombia.

La idea original que tiene la palabra democracia suena bonita, incluyente, convocante... "el poder del pueblo", sí, muy bonita. Pero yo diría que una definición más cercana a la actual realidad sería "el poder que entrega el pueblo a", "el poder que deja el pueblo en manos de ", "el poder que el pueblo no sabe manejar", no sé, algo más parecido a lo que vivimos hoy.
Muchos electores no han comprendido que esos pocos minutos en donde el poder es repartido en manos de la mayoría de la población de un lugar, (mayoría que es escogida bajo el único criterio de ser mayor de edad y portar un carnet que le identifica como ciudadano), a saber, el momento del voto, son los minutos más importantes para el pueblo, porque en esos pocos minutos ese conjunto de personas llamado "pueblo" tiene el poder de determinar el rumbo que tomará la suerte de ese mismo pueblo; y pese a todo lo que implica tal decisión, solo se necesita tener la cédula para ello.
Y yo me pregunto: ¿es suficiente el criterio de tener cédula, para elegir a un gobernante? ¿Qué facultades de discernimiento aporta ser mayor de edad? ¿Acaso no es una gran responsabilidad elegir y ser elegido? ¿O es que cualquier mayor de edad puede escoger el repuesto que le falta a un carro para que funcione? ¿Acaso no se necesita estar capacitado para tomar esa y otras decisiones importantes? ¿Entonces por qué para elegir quién nos gobierna basta con tener más de 18 años de edad?
La respuesta se encuentra en la Constitución Política de Colombia. Nuestra carta de navegación dice:
"Artículo 40. Todo ciudadano tiene derecho a participar en la conformación, ejercicio y control del poder político. Para hacer efectivo este derecho puede:
1. Elegir y ser elegido."
Constitución Política de Colombia 1991. Art.40 
 Permítanme basarme en mi propio sentido común para discrepar de la decisión que tomaron los respetados participantes de la constituyente de 1991: ¡A ESTE ARTÍCULO LE FALTAN COSAS! ¡Cómo así que TODO CIUDADANO! ¡¿Y LAS LIMITACIONES A ESTO DÓNDE ESTÁN?!... No estoy de acuerdo. Ahora permítanse conocer el porqué de mi posición.
La base de mi posición está en que no todos los ciudadanos están o estamos "capacitados" para elegir gobernantes. Para eso se necesita una preparación. Así como elegir correctamente el repuesto de un carro para que pueda funcionar requiere de unos conocimientos y no basta con ser mayor de edad para saber si es el motor, la caja de cambios o simplemente falta de combustible la que está causando el problema, se requiere tener unos niveles (al menos básicos) de competencias para participar en la honorable convocatoria para elegir nuestros gobernantes. Sí, debería ser un honor meritorio participar en unas elecciones presidenciales, y no un simple derecho al que muchos renuncian o renunciamos conociendo o desconociendo el valor que tiene eso de "elegir y ser elegido".

El "pueblo" en bruto, no elije "lo mejor". En nuestro país ya hemos tenido casos recientes donde  claramente se nota que la decisión del pueblo ha sido motivada por muchas y diversas razones, menos por la cordura. Y para ello basta con mencionar casos como el del exconcejal de Bogotá "Lucho el Lustrabotas" (Luis Eduardo Díaz) o el alcalde ciego de Cali, Apolinar Salcedo, quienes, claramente tenían limitaciones que de antemano obstaculizarían su desempeño en los cargos que ocuparon: el primero mostraba amplios vacíos académicos y el segundo, una incapacidad que lo llevó a firmar documentos que le resultaron en su destitución. Y usted puede pensar que soy clasista o tengo pensamientos discriminatorios, pero si analiza bien, no cualquiera puede ser profesor, médico, ingeniero, buen padre, entre otros oficios y profesiones. Se necesitan unas capacidades específicas para cada labor y eso no significa que se discrimine o se excluya. Asimismo debería ser en los puestos representativos del gobierno de una nación y "el pueblo" debería estar capacitado para identificar ese aspecto.
Luis Eduardo Díaz (Exconcejal de Bogotá)
Apolinar Salcedo (Exalcalde de Cali)

En ese orden de ideas, el derecho a "elegir y ser elegido" necesitaría ciertas modificaciones, condiciones y restricciones. Los electores necesitan estar capacitados para elegir; necesitan estar capacitados en los principales temas que movilizan a un país y en la perspicacia que se debe tener para relacionar propuestas con las realidades y necesidades del país y, créanme, no son suficientes las clases de ciencias sociales y democracia que recibimos en el colegio. Se requiere más que eso. Ya que cada momento histórico es diferente, se necesitan conocimientos distintos para cada elección. Se necesita, inclusive, seleccionar el electorado bajo un criterio más importante que la condición de ser ciudadano.

¿Qué tal un grado de estudios o un curso gratuito de elector? 
¿Qué tal un test de conocimientos para ver si comprendemos lo que votamos? 
¿Qué tal que los candidatos publicaran sus propuestas explicadas por temáticas y que los posibles electores pudieran verlas obligatoriamente en tv nacional o en otros medios y, para poder votar tuvieran que presentar alguna constancia de que conocen esas propuestas? 
¿Qué tal otra manera de garantizar que los que llegan al poder están "bien" elegidos?

Es mucho el poder que tenemos en nuestras manos para que "cualquier mayor de edad" tenga ese poder y lo use, inclusive, en su propia contra.


Yamil Córdoba Moreno
18/06/2018

domingo, 18 de febrero de 2018

Miedo - Yamil Córdoba Moreno

M I E D O
Con amor, para todas las mujeres:
Leo las publicaciones de mis contactos mujeres (amigas y familiares) y solo encuentro miedo. Miedo, disfrazado de dureza de corazón. Ganas inmensas de amar, con máscara de desprecio a los hombres. Sueños de tener una familia ocultos en un amor falso a su soltería. Y no le encuentro sentido ni lógica.
Mujer, vivir y amar son riesgos. Riesgos que debes correr para encontrar tu felicidad... Felicidad que no será eterna (así como nada lo es), pero que puedes disfrutar hasta que se acabe (como todo en la vida) ¿acaso no te montabas en columpios y disfrutabas de los juegos sabiendo que tarde o temprano se iban a terminar?
Entrega con precauciones, pero no dejes de entregar. Aprende del pasado, no lo odies. Ámate a ti misma, sin volverte imposible de amar. Fíjate en las señales; si se hace necesario, para en el momento oportuno y sigue en tu camino. Enséñale a quien te pretende que eres capaz de amar (con ternura, y delicadeza) y también enséñale que tienes dignidad para dejar de hacerlo. No seas tosca ni frágil; besa con un ojo abierto; haz el amor sin contratos que amarren. No engañes para parecer lista, porque volverás al ciclo de nuevo.
¿Porque sabes una cosa? Los hombres también sentimos amor y muy fuerte. Sólo estamos esperando encontrar a una persona como tú, con un corazón curado y cicatrizado… O quizás con uno así como el nuestro: también con miedo.
Sí, también sufrimos y lloramos; también nos han engañado, maltratado y han jugado con nuestros sentimientos. Sí, también… también queremos amar.
Por eso, levanta tu voz interior y grita hacia ti misma ¡No más solteras por moda ni por miedo! . No más, porque entonces nosotros también nos quedamos solos y créeme... No hay cosa que más nos asusté que estar solos. 

martes, 30 de mayo de 2017

Padres con vida propia

 

padres con vida propia

Algunos padres viven en exclusiva para sus hijos. Dedican a ellos todo su tiempo disponible. Son padres a tiempo completo y de jornada “extensiva” que son capaces de sacrificar sus vidas, dejar aparcados sin fecha sus proyectos, renunciar a sus aficiones, anular su vida social, paralizar su desarrollo personal.

Si los padres deciden vivir “esclavos” de sus hijos, pueden acabar por convertir a éstos en sus “amos”. Y esos papeles respectivos ni les corresponden ni les benefician.

Igual que la pareja está compuesta de dos miembros y eso no impide el desarrollo individual de cada uno de ellos, la familia compuesta de padres e hijos, no debe cercenar o sacrificar el desarrollo de unos u otros. Un hijo es un miembro más de la familia. La pareja no puede girar en torno al hijo como si fuese “el centro” o “lo único”. Cuando los padres detienen su propio desarrollo personal para vivir únicamente para sus hijos, dejan de enriquecerse y acaban equivocando su verdadero papel como padres.

El exceso de celo puede hacer que se pase de la abnegación a la autonegación. Si los padres justifican su relación sólo en la educación del hijo, olvidándose de su propio crecimiento personal y de mejorar y cuidar su relación de pareja, no es de extrañar que ésta acabe viéndose afectada. Y continúa viviendo en el hogar, tal vez lo haga cuando llegue el momento de que éste se marche. Los padres pueden entonces acusar muy negativamente este síndrome del “nido vacío”. Se quedan solos, faltos de los que ha construido su motivación y único objetivo. ¿Cómo van a canalizar ahora toda esa energía que se asignaba por completo a los hijos?

Usted debe recordar que no solamente es padre o madre. También es una persona. Y, por supuesto, no puede vivir esclavizado a su hijo. Los hijos deben recibir la necesaria atención, no solo material sino también emocional, pero también necesitarán su propio espacio, su autonomía, su independencia. Vivir únicamente por y para ellos, haciéndoles sentirse poseedores de unos padres en exclusiva, no es ni razonable ni conveniente.

Usted tiene derecho a ser feliz cada día, a compartir y disfrutar con su pareja, a tener su propia vida y sus amigos, a disponer de un tiempo personal exclusivo. No olvide que unos padres que no enriquecen también sus propias vidas pueden encontrarse faltos de capital personal y emocional con el que poder a su vez enriquecer la de su hijo.

Fuente: Libro “Educar sin gritar”

jueves, 9 de marzo de 2017

Siete cosas sobre tu relación de pareja que no deberías publicar en redes sociales

siete cosas no publicar

Las redes se han convertido en espacios para mostrarlo todo, pero hay parejas que van demasiado lejos. Estas son las cosas que no debes exponer jamás por respeto a tu pareja, a ti mismo y a los demás.

1. Las peleas

pelea de pareja

Nunca debes usar las redes sociales para exponer discusiones o peleas con tu compañero/a. Esto no sólo suele ser ofensivo para tu pareja, también genera una mala impresión en toda tu comunidad.

Además, seguramente publiques algo de lo que luego te arrepientas, y aunque puedas borrar el texto, muchos de tus amigos ya lo habrán leído.

2. La ecografía de tu bebé

Colourful ultrasound monitor images

Para ti puede ser lo más emotivo del mundo, pero la realidad es que la imagen de la ecografía no tiene ningún significado para el resto de tu comunidad. De hecho, eso que ves ahí, ni siquiera parece un bebé para la mayoría de tus amigos. Perdón por ser tan crudos, pero es lo que todos piensan y nadie dice.

Mejor guarda estos recuerdos para la intimidad y publica un bonito texto anunciando tu embarazo (o el de tu pareja).

 

3. Las selfies besándote con tu pareja (una y otra vez, en todos los lugares imaginables)

Gay couplekissing

¡Yay! Has encontrado al amor de tu vida y quieres gritarlo a los cuatro vientos. Está bien, seguramente tus amigos se alegrarán de enterarse. Pero cuando ya publicas una y otra vez la misma selfie besándose en tu casa, en su casa, en la calle, en la plaza, en el café, en el auto, en la playa... ¡Basta! No sólo es demasiado repetitivo-abusivo-aburrido, también puede ser lastimoso para tus amigos que no tienen tanta suerte en el amor.

¡Viva el amor! Pero en su justa medida.

 

4. Los regalos caros

Luxury vacation at sea on yacht. Beautiful woman with wine, fruit and mobile phone on boat

Seguramente eres la persona más agradecida del mundo por ese regalo que no baja de los ¡mil dolares! Pero no todos tus amigos sentirán la misma alegría que ti, y mucho menos si están de paro o no están pasando por un buen momento económico.

Simplemente, ostentar las extravagancias de tu pareja no es de buen gusto.

 

5. La ruptura

Frustrated couple standing at doorway

¿Quieres que el mundo se entere que has terminado con tu pareja? Con cambiar de estado por "soltero/a" será suficiente. No es necesario que publiques con lujo de detalles qué pasó entre ustedes, qué tan malo era el otro, que hizo tal o cual cosa, etc. Exponer mucho sobre tu vida privada también da lugar a que opinen personas que no deseas, o que te den consejos que no quieres oír.Esas son las reglas del juego.

Una ruptura ya es lo suficientemente complicada como para que encima todo el mundo sepa y opine sobre ella.

 

6. Las fotos provocadoras de tu pareja

Woman making erotic selfie in studio

¿Quién no ha mandado alguna vez una foto subida de tono? Es una buena forma de mantener el fuego en la relación más allá de la rutina y del estrés del día a día. Pero eso no te da ningún permiso para exponer estas fotos de tu pareja en las redes sociales, y menos sin su consentimiento. Puede que quieras o sientas la necesidad de mostrarle al mundo lo sensual e irresistible que es tu compañero/a, pero está totalmente fuera de lugar. Esa foto puede llegar a las manos menos pensadas...

Siempre debes respetar la intimidad de tu pareja.

7. Los detalles de tu día a día

Friends riding subway looking at smartphone together

Si la hermana menor de tu amiga sabe qué has hecho con tu pareja cada día de la semana es porque probablemente ¡estés exponiendo demasiado! La mayoría de las personas que te siguen en las redes no están interesadas en conocer hasta el más mínimo detalle de tu vida de pareja. Y, además, puede que estés demostrando que en realidad tu noviazgo no es tan "guay" como lo muestras y que utilizas las redes sociales para convencerte de lo contrario.

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Por: Play Buzz

jueves, 16 de febrero de 2017

Cómo hacer una buena exposición oral

exposición oral
Exponer es explicar ordenadamente una cosa para darla a conocer a alguien. Pero a muchos les causa gran problema cuando el profesor programa exposiciones, ya sean individuales o grupales; ya que no es para nadie un secreto que hablar en público es una de las cosas más aterradoras que hay. Sin embargo, en este artículo encontrarás algunas ideas clave que te convertirán en el amo de la oratoria. Comencemos!
  1. Prepara tu exposición. No se puede hablar sobre un tema sin estar informado sobre él o haberse documentado previamente. Lo primero que debes tener en cuenta es determinar de qué vas a hablar, y si tienes o no conocimientos sobre ello.
  2. Elabora un guión. Puede servirte el guión de tu trabajo, con algunas anotaciones sobre detalles que no debes olvidar. Por ejemplo, puedes suprimir datos difíciles de entender y ampliar otras explicaciones que sepas que interesarán al público y les generará curiosidad.
  3. No te alargues demasiado. Habla como sueles hacerlo normalmente. No utilices expresiones raras o complicadas, porque no te entenderán. Busca la manera más sencilla de decir las cosas, ya que la sencillez suele ser la mejor arma en este tipo de ponencias. En nuestro artículo cómo interactuar con el público te ofrecemos algunas ideas para hacer tu intervención mucho más amena.
  4. Utiliza materiales de apoyo. Se dice que una imagen vale más que mil palabras. Puedes ayudarte de fotos, diagramas, mapas, dibujos, etc., pero ten en cuenta que estos materiales deben servir de apoyo a tu exposición y argumentos, pero en ningún caso sustituirlos.
  5. Mueve las manos para apoyar tu exposición oral: señala, apunta, compara. Los gestos refuerzan lo que cuentas. Es muy importante que mires al público, y no siempre al mismo sitio. Debes hablar para todas las personas de la sala. Mirarles a los ojos transmitirá seguridad y confianza.
  6. Ensaya en voz alta. Habla frente a un espejo o pide a algún amigo o familiar que haga de público. Si no sabe nada del tema y al final ha aprendido cosas, es una muy buena señal. También puedes grabar tus ensayos en una grabadora o en el ordenador, así podrás escucharla y saber en qué aspectos debes mejorar la exposición oral.
  7. Disfruta de tu exposición oral. Has invertido mucho tiempo y esfuerzo en investigar y preparar la presentación. Ha llegado el momento de que los demás vean el resultado; todas las cosas que has aprendido y lo bien que sabes contarlo. Al final de tu conferencia, responde a las preguntas de tus compañeros, y diles donde pueden encontrar más información sobre el tema.
Si pones en práctica estos consejos, jamás te irá mal en una exposición, sosprenderás a compañeros y profesores. ¡Manos a la obra!
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Tomado de UnComo