lunes, 9 de marzo de 2015

Solo es cosa del pasado

(A mi hijo, Kevin, cuando crezca)
Cuando yo estudié la primaria en el antiguamente llamado "Instituto Integrado Carrasquilla Industrial (I.I.C.I.)", hoy " Institución Educativa Carrasquilla Industrial", tuve maestros que se ganaban e infundían mucho el respeto, no solo a ellos mismos sino a los colores de la bandera de Colombia y cada uno de los símbolos patrios de nuestro país.
Tanto era así que cuando sonaba el himno nacional, nadie podía masticar chicle, conversar o reirse, mucho menos tener una posición de relajo o de descanso. La posición debía ser erguida y en posición militar de "firme" y a mí me gustaba eso. Mis maestros me daban a entender y me hacían creer que éste era un gran país y que debíamos respetarlo y hacerlo respetar. En mi niñez no envidié a ningún otro país porque amaba el mío.
Hoy, y con mucha pena lo tengo que decir, no es lo mismo.Y cuando lo digo me acuerdo de todos aquellos mayores que, cuando hablaban de sus tiempos, decían lo mismo. Pareciera que nos hacemos viejos y comienzan las añoranzas a pedirnos volver al pasado o, lo que es peor, que cada que "avanzamos" en el tiempo, los días se hicieran más difíciles.
De lo que hablaba al inicio, no queda sino el recuerdo. Himnos, bandera, escudo, posición de firme, respeto, definitivamente son cosas del pasado. Mi país... de lo que queda de mi país, ese mismo que me hacían mis maestros amar y hacer respetar, ya no es esa imponente Colombia que veía con esas curvas sobresalir en el mapa como la única con dos mares, de los cuáles nos jactábamos al exponer en las clases de geografía, nuestros mártires y libertadores, nuestros ancestros originarios, nuestra historia, las fechas los lugares, los modales... Vivimos en tiempos donde todo eso (y así suene como un viejito) solo es cosa del pasado.
Yamil Córdoba Moreno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario